Tipos de SSD y lo que debes saber antes de comprarlas
En lo que respecta a los diferentes tipos de SSD ( Unidad de Estado Sólido), la mayoría de los usuarios de PC no se preocupan especialmente por el tipo de SSD que utilizan, sino por que funcione con rapidez. En cualquier caso, elegir una buena unidad SSD es clave hoy en día y una de las mejores maneras de dar a su PC una sensación de respuesta rápida. Los discos duros siguen sirviendo para algo, pero para un rendimiento óptimo del PC, un SSD es crucial.
Por supuesto, no estamos aquí para hablar de las diferentes diferencias entre un SSD y un HDD, sino para ayudarle a conocer los diferentes tipos de SSD, qué tamaño sería el mejor para usted y, en última instancia, ayudarle a la hora de comprar.
¿Necesito una SSD?
Es posible que siga utilizando un disco duro o que esté pensando en montar su primer PC para juegos y se pregunte si necesita una unidad SSD. Bueno, la respuesta corta es casi siempre que sí.
- Tiempos de arranque instantáneos: las unidades SSDs son el tipo de almacenamiento más rápido y son ideales para arrancar el sistema operativo, las aplicaciones y los juegos que prefieras, además de acelerar la transferencia de datos.
- Rendimiento en los juegos: algunas unidades SSDs han demostrado que ofrecen un mayor rendimiento en algunos juegos en comparación con los discos duros que son más lentos.
- Sin ruido: las unidades SSDs no tienen piezas móviles, por lo que el sistema es más silencioso.
- Preparado para el futuro: su PC, ya sea de juegos o de otro tipo, solo puede beneficiarse de una rápida unidad SSD. No solo mejora su calidad de vida, sino que mantiene su ordenador en buenas condiciones durante más tiempo.
Diferentes tipos de SSD
Hoy en día, todos los ordenadores modernos cuentan con una unidad SSD, es lógico. Pero, ¿Cuáles son las diferencias? Hay muchos tipos diferentes de SSD, vamos a repasar los tipos de SSD y para qué están diseñados.
- SSD SATA de 2,5": El tipo de unidad SSD más común es el Serial ATA (SATA) de 2,5 pulgadas. Estas asequibles unidades SSD requieren dos cables, uno para la alimentación y otro para los datos. Este tipo de SSD es mucho más rápido que los discos duros y es excelente para el usuario común. Este tipo de SSD tiene un aspecto similar, tanto si se trata de una SSD para un portátil como para un ordenador de sobremesa, y existe desde hace mucho tiempo. SATA 3 tenía un límite de unos 500 MB/s, lo que significa que las SSD de este factor de forma producen velocidades de lectura y escritura en torno a eso. Ahora se consideran una opción más económica a la hora de comprar una SSD y recomendamos optar por una M.2 si puedes permitírtela y tu placa base la soporta. Las SSD de 2,5" suelen caber en cualquier ranura para unidades de disco duro, pero la mayoría de las carcasas modernas tienen ahora varias opciones de montaje para sus unidades.
- SSD M.2: Los tipos de SSD M.2 son los modelos de forma más pequeña que se conectan directamente a la ranura M.2 de su placa base. Vienen en dos clases diferentes, SATA M.2 y NVME M.2.Las unidades SATA M.2 tienen un rendimiento similar a las SSDs de 2,5" estándar que hemos descrito anteriormente y son ideales para los jugadores, mientras que las SSDs NVMe son aún más rápidas y muy ventajosas para los usuarios que transfieren archivos de gran tamaño o requieren velocidades más rápidas en las aplicaciones. Las unidades M.2 pueden venir en diferentes longitudes: 2280 (80mm) es la más común pero este tipo de SSD también está disponible en 2242 (40mm), y 22110 (110mm). Una cosa a tener en cuenta es que NVMe era relativamente nuevo hace unos años y funciona en los mismos carriles PCIe que utiliza la GPU cuando trabaja con la CPU. Este tipo de unidades suelen tener velocidades normalmente superiores a los 500 MB/s. M.2 también requiere cero cables y realmente son los métodos de almacenamiento más limpios y eficientes.
- Tarjeta complementaria PCIe SSD: Este tipo de SSD se parece más a una GPU o tarjeta de sonido que a un dispositivo de almacenamiento y se conecta directamente a la ranura PCIe de la placa base. Estas unidades SSD suelen basarse en el protocolo NVMe, a menos que sean de especificaciones más antiguas y ofrezcan velocidades similares a las de las unidades NVMe M.2. Estas unidades no necesitan ningún cable, pero sí una ranura PCIe x4 o x16 vacía en la placa base.
¿Qué tamaño de SSD necesito?
Cuando hablamos de tamaños de SSD, nos referimos a la capacidad. Puede adquirir unidades SSDs con una capacidad tan baja como 128GB, pero éstas solo van a ser buenas cuando se usen como unidad de arranque. Algunas unidades SSD de baja capacidad pueden tener un rendimiento más lento, debido a que tienen un menor número de módulos de memoria y no van a aguantar mucho.
Los tamaños de una SSD son muy parecidos a los de otros dispositivos de almacenamiento y empiezan a subir desde los 128 GB hasta los 250 GB, 500 GB, 1 TB, 2 TB, 3 TB y algunos modelos pueden llegar a los 4 TB. Aunque una unidad SSD de 4TB parece una ventaja, tienen un precio superior que las hace más adecuadas para usuarios específicos que almacenan y transfieren grandes cantidades de datos.
El mínimo que recomendamos es de 500 GB. Esto podría considerarse un punto óptimo si se tiene en cuenta el precio, pero con los juegos modernos que superan la marca de los 100 GB, una unidad de 1 TB será probablemente la mejor opción.
Una unidad SSD de 1 TB puede manejar el sistema operativo, las aplicaciones y los juegos sin sudar, y muchos ensambladores de PC optan por esto con un disco duro secundario para almacenar archivos multimedia o aplicaciones que no necesitan un tiempo de arranque rápido.
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Las mejores SSD para ordenadores de escritorio: ¿Qué SSD necesito?
¿Qué SSD necesito? Personalmente, prefiero optar por dos unidades SSD de 500 GB en lugar de una de 1 TB, por si acaso se rompe algo y puedo seguir utilizando mi PC. Sin embargo, la realidad es que esto costará lo mismo y, si se opta por la ruta M.2, hay que asegurarse de que la placa base tiene suficientes ranuras para la configuración deseada.
La opción que elijas depende en gran medida de tu presupuesto, así que si estás dispuesto a gastar más de 1.500 dólares o 2.000 dólares en un PC para juegos, entonces es más que posible incluir una unidad SSD de 2 TB en esa construcción. Cuando el presupuesto se reduce, es mucho más difícil, pero cualquier equipo de entre 500 y 1.000 dólares puede incluir fácilmente una unidad SSD de 480 GB/500 GB. Cuando hablamos de PCs de juego de menos de 500 dólares, ten cuidado con las unidades SSD de 2,5" más baratas, ya que a veces pueden ofrecer un rendimiento mínimo en comparación con un disco duro.
SSD vs. HDD
Como ya hemos mencionado, las principales diferencias entre las SSD y las HDD son el tamaño, la acústica y la velocidad. Con estas diferencias viene la más obvia: ¡el precio! La velocidad superior de los SSD los convierte en los mejores tipos de almacenamiento para el uso general y los juegos. Si te encuentras en una situación en la que es una cosa o la otra, ahorra unos cuantos dólares más y hazte con una SSD. No es raro tener una configuración dual de ambos, con el SSD cuidando de tu sistema operativo y tus juegos, y tu HDD guardando tus preciados memes.
La última palabra
No hay tantos tipos de SSD como para que te hagas a la idea, pero ahora ya conoces los distintos formatos, opciones y capacidades. Ahora que entiendes la importancia de una SSD y los intrincados detalles que las separan, puedes hacer una elección informada cuando construyas un PC o actualices tu configuración actual.
La conclusión es que, a menos que necesites un dispositivo de almacenamiento superrápido y de gran capacidad, las unidades SSD SATA de 2,5" más asequibles van a ser más que suficientes. Si eres uno de los pocos que todavía lo ejecuta todo en HDD, vas a notar una gran diferencia si decides actualizarlo.
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